Un estudio difundido recientemente por la revista científica "Nature" (Del Reino Unido y especializada  en literatura científica) demuestra que la suspensión de clases; es la segunda medida más importante para reducir los casos de contagios. La investigación hecha en más de 200 países muestra que la no presencialidad escolar tiene un 73% de contribución a la baja de la propagación del virus. Uruguay, que el año 2020 fue uno de los pocos países de América Latina que mantuvo las escuelas abiertas durante la mayor parte del ciclo lectivo (convirtiéndose en un ejemplo de educación durante la pandemia) en este nuevo año todo cambió diametralmente y al ver que la situación sanitaria empeoraba la llevó a tomar decisiones drásticas, por lo cual, el presidente Luis Lacalle Pou anunció el 23 de marzo pasado, la suspensión de clases inicialmente hasta el 9 de abril, una medida que luego se extendió hasta por lo menos el 3 de mayo. En México, la Secretaría de Educación Pública suspendió las clases para 33 millones de estudiantes, del 20 de marzo al 20 de abril por la crisis del coronavirus, una medida que luego se prolongó 10 días más hasta el 30 de este mes. Estos son solo unos ejemplos de cómo cada país enfrenta la pandemia tomando los recaudos correspondientes. Quiero manifestarle al Jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que somos millones los ciudadanos argentinos que apoyamos todas las gestiones desde que es funcionario. Acompañamos sus reclamos, en cuanto a la quita de fondos de la coparticipación que recibía de parte del gobierno central y que le fueron expropiados (medida injusta e inconstitucional) como así también el DNU (Resolución tomada por el gobierno de turno violando la autonomía de la Ciudad), ya que  desde 1994, la ciudad obtuvo una mayor libertad que la habilitó a dictar su propia constitución y a tener un gobierno independiente. Por lo tanto tiene y se equipara con los mismos derechos que también poseen las 23  provincias de la República Argentina. El jefe de Gobierno de la Ciudad debería reflexionar y darse cuenta del inmenso peligro al que los argentinos nos estamos enfrentando. Un virus sumamente contagioso (cada vez más fuerte y con diferentes cepas, que lo hacen aun más peligroso y muy difícil de combatir). Todos sabemos que el año pasado los chicos no tuvieron clases (por motivos infundados). Pero en esta ocasión (por el presente que atraviesa hoy nuestro querido país) creo que sí se justifica plenamente el cierre de las escuelas. "El bichito - 19" nos viene ganando la pulseada; seamos inteligentes y cerrémosle todos los caminos por los que pueda transitar. Para que "poco a poco" podamos amenguar la cantidad de nuevos casos y de menos muertes. De mi parte, estoy en la vereda del frente del actual gobierno y del populismo barato que practica. Mis principios morales (como persona y ciudadano) están en las antípodas  del proceder del actual Presidente de la Nación. Pero es que debido a las actuales condiciones sanitarias que hoy está la República... Le doy toda la razón al señor Fernández. Limitar toda presencia de maestros y alumnos en el nivel preescolar, grados de primaria y secundaria, sería lo más adecuado. Mejor prevenir que curar. Estamos ante una pandemia que nos ha declarado la guerra y que por el momento "nos la viene ganando". Por lo cual  hay que defenderse, "meterse en las trincheras", hasta que amaine la situación y volvamos a tener muchos menos casos de infectados por día. Horacio Rodríguez Larreta es el jefe de la ciudad y le asiste el derecho a la toma de decisiones como mejor lo disponga. Es un dirigente probo y nosotros confiamos en su persona. Yo solamente le quiero sugerir una frase corta. A veces (en la vida) no hay que hacer lo que uno quiere... sino lo que se puede.

Hugo Modesto Izurdiaga

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